La Laguna del Portil: Un Ecosistema en Riesgo por el Cambio Climático y la Urbanización

¿Qué es la Laguna del Portil?

La Laguna del Portil es una reserva natural de agua dulce ubicada en el núcleo urbano de El Portil, una localidad costera situada en la margen derecha de la desembocadura del río Odiel, en Andalucía, España. Este lugar, popular entre turistas, puede llegar a albergar junto con Nuevo Portil, más de 40.000 residentes permanentes y 10.000 visitantes temporales durante los meses de verano, lo que incrementa significativamente la densidad de población en la zona.

La Laguna de El Portil fue declarada Reserva Natural el 28 de julio de 1989, conforme a la Ley 2/1989, de 18 de julio. La reserva abarca una extensión total de 1.315 hectáreas, de las cuales 15,5 hectáreas corresponden a la zona central de protección estricta, y 1.300 hectáreas a la zona periférica de protección. Asimismo, la Laguna de El Portil está reconocida como parte del Inventario Nacional de Zonas Húmedas, según el Real Decreto 435/2004, de 12 de marzo. A nivel autonómico, está incluida en el Inventario de Humedales de Andalucía y cuenta con la supervisión del Comité Andaluz de Humedales, conforme al Decreto 98/2004, de 9 de marzo. Además de la Laguna de El Portil, otras lagunas cercanas, como la Laguna de la Dehesilla, El Cuervo, del Medio o de Barracones, de las Pajas, de Gamonales y del Chaparral, también han sido designadas como Zonas Especiales de Conservación (ZEC).

¿Por qué es importante la Laguna del Portil?

La Laguna del Portil no solo destaca por su belleza natural, sino que también es un hábitat esencial para una gran diversidad de aves acuáticas. Es parte de una red de zonas húmedas que incluye los Parajes Naturales de las Marismas del Odiel, las Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido. Estas áreas son vitales para la alimentación, descanso y reproducción de aves migratorias que cruzan la península ibérica cada año, sirviendo como puntos de descanso cruciales en sus rutas migratorias.

Además, la laguna representa una singularidad hídrica en una región caracterizada por la escasez de agua, especialmente durante los largos y calurosos veranos del clima mediterráneo. Este ecosistema proporciona un refugio de agua dulce en un entorno mayoritariamente seco y sujeto a cambios climáticos severos, lo que lo convierte en un recurso valioso para la biodiversidad local.

Condiciones Hidrogeológicas y Funcionamiento de la Masa de Agua Lepe-Cartaya

La Laguna del Portil se encuentra dentro de la Masa de Agua Lepe-Cartaya, un extenso acuífero de 632 km² ubicado en la cuenca baja de los ríos Odiel y Piedras. Esta masa de agua subterránea se compone de dos niveles acuíferos, separados por capas de margas de baja permeabilidad. El nivel acuífero superior está formado por arenas limosas y margas arenosas, mientras que el nivel inferior consiste en arenas, areniscas y gravas. La recarga del sistema acuífero se produce principalmente por la infiltración de agua de lluvia y escorrentía superficial, así como por los retornos de riego. La descarga del acuífero ocurre tanto de forma natural, hacia ríos y el mar, como por extracción mediante bombeo tanto para riego como para abastecimiento. Estos procesos de recarga y descarga son fundamentales para mantener el equilibrio hídrico en la región, del cual depende también la Laguna del Portil.

¿Qué está ocurriendo con la Laguna del Portil?

En los últimos tres años, la Laguna del Portil ha experimentado una desecación total, un fenómeno sin precedentes en su historia reciente, ya que no se había secado por completo en más de una década. Este evento no parece ser atribuible únicamente a la extracción artificial de agua en su entorno, sino más bien a una combinación de factores climáticos adversos. La escasez de lluvias y el aumento sostenido de las temperaturas durante los veranos recientes han desempeñado un papel crucial en este proceso.

La falta de precipitaciones ha reducido significativamente el volumen de agua que ingresa a la laguna, mientras que las altas temperaturas han intensificado la tasa de evaporación. Como resultado, la laguna pierde agua a un ritmo mucho mayor del que se puede reponer de forma natural. Esta combinación de sequía y calor extremo está alineada con los patrones del cambio climático, que están provocando condiciones más secas y calurosas en muchas regiones, especialmente en el área mediterránea. Así, la Laguna del Portil se enfrenta a un riesgo creciente de desecación prolongada, poniendo en peligro la biodiversidad y el equilibrio ecológico de este valioso ecosistema.

La laguna es una formación peridunar, un cuerpo de agua que se forma cerca de dunas de arena, especialmente en áreas costeras. En el caso de la Laguna del Portil, su origen está vinculado a un fenómeno llamado «cegamiento eólico». Este término describe el proceso por el cual el viento transporta grandes cantidades de arena, formando dunas que pueden bloquear el flujo de pequeños arroyos o riachuelos de agua dulce. Cuando estas dunas, conocidas como frentes dunares móviles, se desplazan con el viento, actúan como barreras naturales, impidiendo que el agua de los arroyos llegue al mar. Como resultado, el agua se acumula detrás de estas barreras, formando una laguna.

Efectos del cambio climático y la actividad humana en la Laguna del Portil

El cambio climático está afectando directamente a la Laguna del Portil, exacerbando los efectos de la escasez de lluvias y aumentando la evaporación debido a las temperaturas más altas. En la región mediterránea, los patrones de precipitación se han vuelto más erráticos, resultando en lluvias intensas en algunos periodos y sequías prolongadas en otros. La falta de lluvias regulares ha acelerado el proceso de desecación de la laguna .

Las condiciones extremas, como los veranos más cálidos y secos, han intensificado la evaporación del agua en la laguna, reduciendo significativamente su volumen. La vegetación que rodea la laguna, compuesta por plantas adaptadas a condiciones secas (xerofítica y sabulícola) y un pinar de repoblación en la zona norte, depende en gran medida de las precipitaciones para mantenerse. Con la disminución de las lluvias y el aumento de la evaporación debido al cambio climático, la laguna está perdiendo agua a un ritmo más rápido del que puede ser reemplazado .

Impacto de la urbanización en la Laguna del Portil

La urbanización alrededor de la Laguna del Portil también está teniendo un impacto negativo significativo en este ecosistema sensible:

  • Reducción del suministro de agua y alteración del ciclo hidrológico: La construcción de viviendas, carreteras y otras infraestructuras ha llevado a la impermeabilización del suelo, reduciendo la infiltración de agua de lluvia en el suelo y, por tanto, la recarga de los acuíferos subterráneos que son esenciales para la laguna. En cambio, el agua de lluvia se convierte en escorrentía superficial que es canalizada hacia sistemas de drenaje urbano, disminuyendo la cantidad de agua que llega a la laguna .
  • Destrucción de hábitats naturales y pérdida de biodiversidad: La construcción urbana ha llevado a la destrucción directa de hábitats naturales que rodean la laguna, como la vegetación que estabiliza las dunas de arena y proporciona refugio a muchas especies. La fragmentación del hábitat también crea «islas» de vegetación aisladas, insuficientes para mantener poblaciones viables, reduciendo la diversidad genética y aumentando el riesgo de extinción local .
  • Colonias de gatos callejeros: La proliferación de colonias de gatos callejeros en áreas urbanizadas representa una amenaza significativa para la fauna local. Los gatos son depredadores efectivos que cazan aves, pequeños mamíferos y reptiles, alterando el equilibrio ecológico y reduciendo la biodiversidad en y alrededor de la laguna .

¿Qué consecuencias tiene la desecación de la laguna?

La sequía continuada de la Laguna del Portil puede tener efectos devastadores en el ecosistema local. La pérdida de hábitat acuático afecta directamente a las aves acuáticas que dependen de la laguna para sobrevivir, especialmente durante sus migraciones anuales. Otras especies de plantas y animales que dependen de este hábitat para agua y alimento también se verán afectadas.

La desecación también puede llevar a cambios en la calidad del suelo y la vegetación circundante, afectando a la biodiversidad del área. La falta de agua afecta no solo a las especies que viven en la laguna, sino también a aquellas en las áreas periféricas que dependen de la humedad del ecosistema acuático.

¿Qué se puede hacer para proteger la Laguna del Portil?

Para proteger la Laguna del Portil, se puede abordar tanto el cambio climático como sus efectos locales. Esto implica implementar estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas sostenibles en la región. Además, es crucial gestionar los recursos hídricos de manera más eficiente, asegurando que la laguna reciba suficiente agua durante todo el año.

Una medida clave para proteger la laguna es el control riguroso de la explotación del acuífero subyacente. Esto incluye la identificación y cierre de pozos ilegales (si los hubiera) que extraen agua sin autorización, reduciendo así la presión sobre los niveles acuíferos. Además del control de la extracción de agua, es necesario considerar la posibilidad de realizar aportes de agua puntuales a la laguna en épocas de sequía extrema. Implementar este tipo de medidas de emergencia ayudaría a mantener un nivel mínimo de agua en la laguna, protegiendo así su biodiversidad y garantizando su función ecológica como refugio de vida silvestre.

A nivel local, es vital educar a la comunidad y a los visitantes sobre la importancia de la laguna y las acciones que pueden tomar para proteger este valioso ecosistema. Fomentar una cultura de conservación y manejo adecuado del agua es esencial para garantizar la sostenibilidad de la Laguna del Portil. Además, la participación activa de la comunidad en la vigilancia y protección del entorno natural puede contribuir significativamente a la preservación de este importante recurso. La conservación y el manejo adecuado de la Laguna del Portil no solo protegerán a las especies que dependen de ella, sino que también preservarán un recurso natural crucial para las generaciones futuras.


Referencias:

  1. IPCC. (2021). Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.
  2. European Environment Agency (EEA). (2019). The Impact of Climate Change on European Wetlands.
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  5. McDonald, R. I., & Forman, R. T. T. (2015). «Urbanization and Habitat Loss: Research Needs and Insights from an Urban Ecology Perspective.» Landscape and Urban Planning, 147, 62-73.
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  7. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Andalucía. (2018). Plan de Gestión de las Zonas Húmedas del Litoral Andaluz.
  8. https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal/areas-tematicas/agua/recursos-hidricos/masas-de-aguas-subterraneas

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